Maestria Gerencia Educativa

domingo, 4 de enero de 2015

La evaluación Institucional basada en logros - Ensayo



La evaluación institucional se orienta básicamente al análisis de  las acciones que una institución lleva a cabo en la labor administrativa y directiva,  buscando de alguna manera estimar  el alcance logrado en la consecución de  las metas planteadas de acuerdo a las necesidades e intereses de la sociedad en la que se ubica.

Lo que hace necesario, para cumplir las metas u objetivos institucionales propuestos   de  un trabajo diario y continuo sin descuidar la actualización constante al paso del tiempo. De ahí que se le reconozca como un proceso sistemático y continuo que permite obtener información de cómo está funcionando la institución y si esta satisface efectiva y eficazmente los objetivos que cubren las necesidades concernientes a la sociedad.

Por ser continua implica evaluar la institución desde dentro por su comunidad, participando y proponiendo parámetros. Desde el exterior otros entes de la sociedad académica organizada eligen grupos de expertos en la materia quienes tomaran como referencia para su evaluación los objetivos institucionales. Y finalmente la reevaluación que sintetiza las evaluaciones anteriores y el juicio de expertos  para reestructurar los procesos que se dan en la organización y conduzcan a la eficiencia en sus objetivos.

En evaluación institucional se han presentado varios modelos, este informe refiere al modelo de logros de Lafourcade(1982) basado en comparaciones de metas alcanzadas, exigiendo una visión institucional bien definida hacia el tipo de formación educativa deseada, en correspondencia con las necesidades diagnosticadas y el sistema educativo de esa sociedad, con un mínimo de autoridad y reglamentaciones que más bien delega y asigna responsabilidades a los responsables de la acción educativa.


          El  modelo de evaluación institucional establecido por Lafourcade (1982) denominado “centrado en logros” permite observar el proceso de interacción que se da entre las variables inherentes al ambiente y/o las metas institucionales, y las características personales de los sujetos que intervienen en ese ambiente, lo ubican Palacios y Herrera (s/f:3) dentro de la concepción  de evaluación implícita ya que “como acción inherente a la condición  humana, evaluación hacemos todos siempre que reflexionamos… lo cual no requiere de ajustarse a las prescripciones de la investigación evaluativa”.
          Agregan las autoras precitadas que cuando se evalúa por logros, se ha de estar consciente de que no es posible predeterminar, ni prever, las manifestaciones de estos, pero  deben conocerse los procesos que se generan en la consecución de uno de ellos para identificar sus manifestaciones como expresión de que dicho proceso se ha dado, es decir, las manifestaciones de los logros no se reducen a la evidencia de transformaciones externas de conducta. Las manifestaciones de los logros son mostradas por los  indicadores como  niveles de logros alcanzados.

De igual forma, Lafourcade citado por Chacare (s/f : 6) concibe una institución educativa  con metas claras acerca del tipo de formación que se desea lograr, en correspondencia con las necesidades sociales, disponiendo de los niveles de autoridad estrictamente necesarios y de un mínimo de reglamentaciones que asigna responsabilidades directas a los involucrados en la acción educativa. 

El modelo de evaluación institucional basado en logros implica comparar la eficiencia y eficacia entre instituciones: su capacidad para conseguir sus metas de renovación y cambio, la efectividad de las estrategias utilizadas, por vía de comparación se intenta conocer y comprender las causas que hacen diferentes a las instituciones para ser utilizado en la toma de decisiones. Por tanto, podría compararse el aprendizaje logrado por un grupo de estudiantes perteneciente a secciones escolares diferentes, a escuelas distintas a municipios diversos, o bien la calidad de la enseñanza de un grupo de docentes respecto de otros.

Las comparaciones propuestas exigen seguir una metodología que en su primera fase implica demarcar muy bien las metas instituciones a ser logradas y que fueron detectadas como necesidades que a su vez deben ser coherentes con el perfil del egresado que exige el sistema educativo, así mismo estas metas deberán incorporar los criterios de eficiencia que se esperan alcanzar e implican un compromiso de logro.
Para determinar el logro de las metas institucionales, se analizarán indicadores vinculados con:

-        El grado de adecuación de la planta física.

-        Factibilidad de consecución de materiales de apoyo.

-        Calidad de la estrategia instruccional.

-        Suficiencia y oportunidad de recursos económicos.

-        Apoyo técnico adecuado.

-        Asignación de personal idóneo.

-        Grado en que el entorno familiar y social apoya las metas institucionales.

-        Compromiso de  logro de los estudiantes.

El juicio evaluativo derivado de la aplicación de este modelo se dirige hacia la determinación del logro de las metas institucionales, lo cual lo convierte en un modelo de evaluación de objetivos educacionales de donde surgen las criticas por no tomar en cuenta los procesos que se generan durante la consecución de metas, lo cual permitirían su reorientación en el caso de que las metas no estuvieran acordes con el perfil o las necesidades sociales.

          En este ámbito, tal como señalan las autoras precitadas, quien evalúa por logros, ha de ser consciente de que no es posible predeterminar, ni prever, las manifestaciones de los logros, pero que debe conocer los procesos que se generan en la consecución de un logro para identificar sus manifestaciones como expresión de que dicho proceso se ha dado, es decir, las manifestaciones de los logros no se reducen a la evidencia de transformaciones externas de conducta, como las planteadas por los objetivos.
Señalan además Palacios y Herrera (s/f:7) que las manifestaciones de los logros son sus indicadores, que pueden ser dados en diferentes niveles de la Institución y que  es necesario por tanto  reconocer que siempre se logran los propósitos del programa pero lo que varía es el nivel de logro.

Tanto en la evaluación por objetivos como en la evaluación por logros se reconoce que se dan cambios, la diferencia está en los caminos que se recorren para alcanzarlos. En el caso de los objetivos, los cambios se esperan como finalidad del aprendizaje. En el caso de los logros, los cambios se dan como consecuencia de procesos. Lograr algo significa sentir que se han hecho progresos con respecto a algo que se intenta y se desea, los logros son de carácter general, son siempre percibidos por el actor y dependiendo de su nivel son susceptibles de ser.  La evaluación por logros, señalan las autoras,  toma en consideración la historia de vida de cada institución y los contextos en que esta se desarrolla, asumiendo como retos la superación de obstáculos que estos contextos puedan presentar para los logros deseados.
En conclusión, podemos afirmar que uno de los principales  problemas al que se enfrenta hoy la educación estriba en proporcionar las mejores oportunidades para la enseñanza y el aprendizaje de los alumnos, en Instituciones Educativas acordes y a la vanguardia de las nuevas realidades globales. Esta tarea no es fácil, ya que las instituciones escolares deben adaptarse a las circunstancias sociales y satisfacer las necesidades específicas de la época. La evaluación de instituciones educativas por logros, se propone sentar las bases de modelos de organizaciones educativas orientadas a logros, específicamente enfocados a mejorar la calidad de la educación.



REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

·        Chacare, Teresa (s/f) Evaluación institucional, programa de maestría en educación: Universidad de Oriente, núcleo de Bolívar, Coordinación de post grado en Educación.


·        Palacios, Judith; Herrera, M. (s/f) Evaluación por logros. Universidad pedagógica Nacional. Colombia.



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